La policía de Palma de Mallorca ha recordado en un vídeo que
aparcar demasiado pegado al coche de al lado impidiendo su entrada al mismo
está sancionado con gravedad.
Hace unos días, la policía de Palma de Mallorca ha publicado
un curioso tweet en el que recordaba que aparcar excesivamente pegado al coche
contiguo puede ser motivo de sanción por una infracción grave. Esto quiere
decir que el conductor que impida la entrada al vehículo de al lado puede
recibir 200 euros de multa.
En el vídeo se puede ver cómo un Dacia Duster aparca el
coche en un hueco tan pequeño que su conductor se ha debido ver obligado a
salir por el maletero (no se nos ocurre otra manera de acceder o salir del
coche), impidiendo, además, la entrada a un Citroën C4 Picasso situado a su
derecha. Finalmente, los policías consiguen liberar al monovolumen.
Calcula un poco porque si "no cabe" mejor que
busques otro #aparcamiento para evitar posibles roces, tener que salir por el
maletero y dejar totalmente cerrado a otros conductores.
UNA MULTA QUE PROVOCA DUDAS
Con el vídeo, la policía recuerda a los conductores que
este tipo de conductas se consideran infracciones graves y que están
sancionadas con 200 euros de multa. Pero surgen un par de dudas
relacionadas con el caso.
Primera: ¿qué sucedería si un coche aparca impidiendo la
entrada a uno ya estacionado pero no sobrepasa en ningún momento los límites de
su plaza? En ocasiones, aparcar “bien” puede provocar que alguien que no haya
respetado los límites anteriormente se encuentre con que no puede entrar en su
coche. ¿Hay algún tipo de sanción para la persona que ha aparcado mal y ocupa
el espacio de dos plazas de aparcamiento?
Segunda: a menos que la policía asista al aparcamiento del
último conductor, ¿cómo sabe la policía quién ha llegado el último? Pudiera
darse el caso que alguien intente meter el coche en un hueco casi inexistente y
los agentes cometer el error de pensar que ha sido el coche que le impide la
salida quien ha aparcado el último y, por tanto, ser sancionado por ello,
cuando en realidad era el primero que había llegado al lugar.