Llegan las esperadas vacaciones de verano o coges un puente o un fin de semana para lanzarte a la carretera en busca de unos días de descanso. Pero para algunas familias, los trayectos largos pueden convertirse en un autentico mal trago y ese momento se puede convertir en un suplicio cuando hay que afrontar un viaje en coche con niños.
Hoy queremos darte unos consejos o recomendaciones que te ayudarán a viajar sin sustos y de manera segura con niños. Y es que con la primera fase de la Operación Salida de Verano 2018 y hasta finales de agosto, se producirán cerca de 90 millones de desplazamientos de largo recorrido. A los grandes trayectos se unirán los desplazamientos de corto recorrido, muchos de ellos por carreteras secundarias en las que se produce el mayor número de siniestros mortales.
1. La seguridad es primordial
Antes de planificar cualquier viaje en coche con niños, y si estos son pequeños todavía, es imprescindible disponer de un sistema de retención infantil para cada uno homologado según su edad, peso y altura. El uso de sillas infantiles es obligatorio para niños de hasta 1,35 metros de altura, aunque se recomienda su utilización hasta que alcanzan 1,50 metros. No olvides que su uso reduce en un 75% el riesgo de muerte y en un 95% el riesgo de lesiones. Si no lo usas estarás poniendo en riesgo la seguridad del menor y te podrán poner una multa de 200 euros con retirada de tres puntos del carnet de conducir.
2. Planifica con antelación tu viaje
Los niños no tienen la misma capacidad que un adulto para adaptarse a diferentes situaciones. Por lo general, a ningún niño le gusta estar sujeto con arneses o el cinturón de seguridad en una silla infantil, por lo que un viaje largo puede ser realmente incómodo y cansado para el menor.
Trata de realizar el viaje utilizando las carreteras más seguras, como autopistas y autovías, que permitan una conducción relajada y tranquila y donde encuentres zonas de servicio y descanso para realizar diversas paradas a lo largo del trayecto. Viajando con los más peques tendrás que prever paradas más frecuentes y no apurar hasta las dos horas mínimas recomendadas en un viaje normal.
3. Viste a los niños con ropa cómoda, sin frío ni calor
Durante el viaje es necesario cuidar la ropa que nos ponemos ya que en el coche vamos a pasar varias horas sin movernos. En el caso de los niños esta recomendación adquiere mayor importancia si no queremos que se pasen el viaje quejándose de que tal camiseta les pica, que el pantalón les apriete o que tengan frío o calor. Lo mejor es optar por ropa de algodón, transpirable, que no se ajuste al cuerpo y permita libertad de movimientos sin presiones.
En cuanto a la temperatura dentro del coche, lo aconsejado es entre 21 y 23 grados. Evita que el ambiente sea excesivamente frío o caluroso, y que el aire frío del aire acondicionado le llegue directamente al niño. Aconsejamos llevar alguna chaqueta o toalla a mano para poderle tapar en caso de que sea necesario.
4. Comida ligera y agua que no falte
La comida pesada, calórica, flatulenta o con muchas grasas se desaconseja antes de iniciar cualquier viaje. Además de provocar mareos, es muy posible que te cause malestar. Un adulto puede ‘aguantarse’ hasta llegar al destino, pero un niño se quejará y llorará, una situación muy estresante tanto para el conductor como para el resto de pasajeros.
Evítalo ofreciéndole alimentos ligeros, de buena digestión, y en pocas cantidades. No olvides llevar varias botellas de agua para hidratar al niño tanto durante el trayecto como en las paradas que realicéis a lo largo del viaje. Evita las bebidas con gas.
5. Cómo evitar los mareos
Los niños a partir de los 3 años pueden sufrir mareos o incluso vomitar cuando viajan en coche debido a que lo que percibe el cerebro no está coordinado con las señales que reciben los oídos, órganos responsables del sentido del equilibrio. El resultado son náuseas, malestar, vómitos, sudoración excesiva, bostezos más frecuentes…
Para evitar los mareos se recomienda una comida ligera y en pequeñas cantidades antes de iniciar el viaje, ya que con el estómago vacío es más fácil marearse. El mejor asiento es el central trasero, ya que así el niño podrá fijar la vista en un punto lejano del paisaje. La lectura, películas o jugar a las consolas aumentan el riesgo de sufrir mareos, al igual que un habitáculo sin ventilar y con temperatura elevada y una conducción agresiva y por zonas con muchas curvas.
En el caso de que aparezcan los primeros síntomas, lo primero es abrir la ventanilla y tratar de que el aire le llegue a la cara. Si no se le pasa, tendrás que parar para que se refresque.
6. Haz el viaje entretenido con juguetes, juegos, canciones…
“¿Cuánto falta?”, “me aburro”… son algunas frases que los niños repiten sin parar durante un viaje largo. Lo mejor para un trayecto tranquilo es que el niño duerma el mayor tiempo posible.
Si el pequeño no es dormilón, nunca está de más que el copiloto tenga juegos organizados para que el trayecto sea más divertido: cantar canciones, buscar objetos del paisaje que empiecen por una determinada letra, contar marcas y modelos de coches o buscar coches por colores son algunas opciones para los más pequeños. También puedes recurrir a las tecnologías y ponerle una película o dibujos animados durante el viaje, o dejarle jugar con una tableta o el móvil.
No olvides coger alguno de sus juguetes preferidos para que pueda entretenerse. Eso sí, no los dejes sueltos dentro del vehículo, ya que en caso de colisión se convierten en auténticos proyectiles.
7. El copiloto, el mejor amigo del conductor
El último estudio realizado por el RACE concluye que los bebés y los niños pequeños son los acompañantes que más distracciones provocan al conductor. Está claro que un viaje con niños puede ser agotador cuando no paran de quejarse, de llorar o de llamar tu atención. En este sentido, la función del copiloto o de cualquier otro adulto que viaje en el coche se convierte en fundamental para ayudar a que el conductor se concentre plenamente en su tarea de conducir.
También puede ocurrir que el conductor sea el único adulto en el vehículo. En ese caso lo más aconsejable es dejar todo lo más a mano posible para que el niño pueda cogerlo sin ayuda. Si es necesario, lo más seguro es parar el coche las veces que sea posible y atender al pequeño.
8. Nunca olvides los recambios
Siempre es bueno llevar a mano una muda con ropa para que el niño se cambie, toallitas refrescantes, una toalla, un pequeño botiquín y algo de abrigo por si el niño tiene frío.
9. Viaja de noche
Nada mejor para evitar los atascos, el aburrimiento, los mareos y el cansancio en un niño que hacer el viaje de noche.
10. Armarte de paciencia
Para conseguir un viaje seguro y cómodo es importante tener una actitud positiva. Para mejorar la seguridad vial, sobre todo la de los pequeños, la Alianza Española por la Seguridad Vial Infantil (AESVI) lanza una serie de recomendaciones, la más importante de todas: conducir con precaución y respetar las normas.
Hoy queremos darte unos consejos o recomendaciones que te ayudarán a viajar sin sustos y de manera segura con niños. Y es que con la primera fase de la Operación Salida de Verano 2018 y hasta finales de agosto, se producirán cerca de 90 millones de desplazamientos de largo recorrido. A los grandes trayectos se unirán los desplazamientos de corto recorrido, muchos de ellos por carreteras secundarias en las que se produce el mayor número de siniestros mortales.
1. La seguridad es primordial
Antes de planificar cualquier viaje en coche con niños, y si estos son pequeños todavía, es imprescindible disponer de un sistema de retención infantil para cada uno homologado según su edad, peso y altura. El uso de sillas infantiles es obligatorio para niños de hasta 1,35 metros de altura, aunque se recomienda su utilización hasta que alcanzan 1,50 metros. No olvides que su uso reduce en un 75% el riesgo de muerte y en un 95% el riesgo de lesiones. Si no lo usas estarás poniendo en riesgo la seguridad del menor y te podrán poner una multa de 200 euros con retirada de tres puntos del carnet de conducir.
2. Planifica con antelación tu viaje
Los niños no tienen la misma capacidad que un adulto para adaptarse a diferentes situaciones. Por lo general, a ningún niño le gusta estar sujeto con arneses o el cinturón de seguridad en una silla infantil, por lo que un viaje largo puede ser realmente incómodo y cansado para el menor.
Trata de realizar el viaje utilizando las carreteras más seguras, como autopistas y autovías, que permitan una conducción relajada y tranquila y donde encuentres zonas de servicio y descanso para realizar diversas paradas a lo largo del trayecto. Viajando con los más peques tendrás que prever paradas más frecuentes y no apurar hasta las dos horas mínimas recomendadas en un viaje normal.
3. Viste a los niños con ropa cómoda, sin frío ni calor
Durante el viaje es necesario cuidar la ropa que nos ponemos ya que en el coche vamos a pasar varias horas sin movernos. En el caso de los niños esta recomendación adquiere mayor importancia si no queremos que se pasen el viaje quejándose de que tal camiseta les pica, que el pantalón les apriete o que tengan frío o calor. Lo mejor es optar por ropa de algodón, transpirable, que no se ajuste al cuerpo y permita libertad de movimientos sin presiones.
En cuanto a la temperatura dentro del coche, lo aconsejado es entre 21 y 23 grados. Evita que el ambiente sea excesivamente frío o caluroso, y que el aire frío del aire acondicionado le llegue directamente al niño. Aconsejamos llevar alguna chaqueta o toalla a mano para poderle tapar en caso de que sea necesario.
4. Comida ligera y agua que no falte
La comida pesada, calórica, flatulenta o con muchas grasas se desaconseja antes de iniciar cualquier viaje. Además de provocar mareos, es muy posible que te cause malestar. Un adulto puede ‘aguantarse’ hasta llegar al destino, pero un niño se quejará y llorará, una situación muy estresante tanto para el conductor como para el resto de pasajeros.
Evítalo ofreciéndole alimentos ligeros, de buena digestión, y en pocas cantidades. No olvides llevar varias botellas de agua para hidratar al niño tanto durante el trayecto como en las paradas que realicéis a lo largo del viaje. Evita las bebidas con gas.
5. Cómo evitar los mareos
Los niños a partir de los 3 años pueden sufrir mareos o incluso vomitar cuando viajan en coche debido a que lo que percibe el cerebro no está coordinado con las señales que reciben los oídos, órganos responsables del sentido del equilibrio. El resultado son náuseas, malestar, vómitos, sudoración excesiva, bostezos más frecuentes…
Para evitar los mareos se recomienda una comida ligera y en pequeñas cantidades antes de iniciar el viaje, ya que con el estómago vacío es más fácil marearse. El mejor asiento es el central trasero, ya que así el niño podrá fijar la vista en un punto lejano del paisaje. La lectura, películas o jugar a las consolas aumentan el riesgo de sufrir mareos, al igual que un habitáculo sin ventilar y con temperatura elevada y una conducción agresiva y por zonas con muchas curvas.
En el caso de que aparezcan los primeros síntomas, lo primero es abrir la ventanilla y tratar de que el aire le llegue a la cara. Si no se le pasa, tendrás que parar para que se refresque.
6. Haz el viaje entretenido con juguetes, juegos, canciones…
“¿Cuánto falta?”, “me aburro”… son algunas frases que los niños repiten sin parar durante un viaje largo. Lo mejor para un trayecto tranquilo es que el niño duerma el mayor tiempo posible.
Si el pequeño no es dormilón, nunca está de más que el copiloto tenga juegos organizados para que el trayecto sea más divertido: cantar canciones, buscar objetos del paisaje que empiecen por una determinada letra, contar marcas y modelos de coches o buscar coches por colores son algunas opciones para los más pequeños. También puedes recurrir a las tecnologías y ponerle una película o dibujos animados durante el viaje, o dejarle jugar con una tableta o el móvil.
No olvides coger alguno de sus juguetes preferidos para que pueda entretenerse. Eso sí, no los dejes sueltos dentro del vehículo, ya que en caso de colisión se convierten en auténticos proyectiles.
7. El copiloto, el mejor amigo del conductor
El último estudio realizado por el RACE concluye que los bebés y los niños pequeños son los acompañantes que más distracciones provocan al conductor. Está claro que un viaje con niños puede ser agotador cuando no paran de quejarse, de llorar o de llamar tu atención. En este sentido, la función del copiloto o de cualquier otro adulto que viaje en el coche se convierte en fundamental para ayudar a que el conductor se concentre plenamente en su tarea de conducir.
También puede ocurrir que el conductor sea el único adulto en el vehículo. En ese caso lo más aconsejable es dejar todo lo más a mano posible para que el niño pueda cogerlo sin ayuda. Si es necesario, lo más seguro es parar el coche las veces que sea posible y atender al pequeño.
8. Nunca olvides los recambios
Siempre es bueno llevar a mano una muda con ropa para que el niño se cambie, toallitas refrescantes, una toalla, un pequeño botiquín y algo de abrigo por si el niño tiene frío.
9. Viaja de noche
Nada mejor para evitar los atascos, el aburrimiento, los mareos y el cansancio en un niño que hacer el viaje de noche.
10. Armarte de paciencia
Para conseguir un viaje seguro y cómodo es importante tener una actitud positiva. Para mejorar la seguridad vial, sobre todo la de los pequeños, la Alianza Española por la Seguridad Vial Infantil (AESVI) lanza una serie de recomendaciones, la más importante de todas: conducir con precaución y respetar las normas.